Este es un intento serio de echar luz a un tema que me ocupa y preocupa desde hace rato
En el mercado global, donde las necesidades básicas están cubiertas las empresas que fabrican productos “tangibles” o que usan estos bienes “tangibles” para dar servicios, la importancia del diseño industrial, radica en su capacidad por resolver los siguientes problemas en forma concurrente y/o asilada:
1º el "no manejo" de conceptos abstractos del campo de lo simbólico por quienes definen y administran los negocios.
Los negocios se fundan en la materialización de satisfactores. Una correcta interpretación del cliente en cuanto a sus expectativas debe realizarse desde su lógica de consumo (la del deseo) que opera en el campo de lo simbólico, y maneja conceptos abstractos, que los empresarios no están preparados para manejar.
Entonces no será suficiente interpretar los deseos del cliente, desde una visión cortoplacista o basada en necesidades concretas y tangibles (tecno, económicas), ya que no se corresponde con la lógica del consumo.
2º La mala definición de los supuestos genéticos de la empresa (Misión)
Los negocios se fundan en una idea de satisfactor, que no es un objeto tangible en si, sino una conceptualización de la necesidad que se satisface (business idea). Esto es lo que le permite asimilar los cambios de percepción del cliente dentro de las limitaciones del perfil de capacidad de la empresa y evolucionar en su mercado, jugando su propio juego.
La manera de definir la misión como el posicionamiento de la empresa limitará las perspectivas de desarrollo de sus productos y el logro ventajas competitivas sostenibles.
Teniendo en cuenta que a partir del lenguaje, como estructura de organización de ideas limitada y limitante, construimos nuestros patrones de pensamiento a partir de la cual entendemos la realidad, podemos esperar una limitada perspectiva de hechos que requieren perspicacia o menos rigidez para definirlos, como el caso de los consumos como hechos simbólicos
A veces no se define conceptualmente la necesidad que se satisface y el problema reside en planificar el crecimiento o los cambios cuando no hay definición conceptualmente operativa y clara del satisfactor.
En otros casos en cambio se define con un criterio muy concreto p. ej. Hacemos “balanzas mecánicas baratas” o “balanzas... para almacenes”, “cochecitos de bebe de metal” que limitan la innovación, ya que se quedan en el tiempo en que se enunciaron: la empresa es “este producto”. Se encierra en sí misma. No le interesa saber, o cree saber que esta haciendo lo correcto y que vende cantidades y calidades óptimas.
3º falta de pensamiento estratégico para definir el posicionamiento
En una situación similar a la misión se encuentra la definición del posicionamiento, que por lo general se basa en atributos y no en el tipo de vinculo que el cliente establece con el producto. Los atributos son en realidad consecuencia del vinculo, y un mismo atributo puede corresponderse con distintos vínculos sujeto/objeto.
Por eso, el uso de atributos para posicionar hace inexplicable algunos consumos. Una mala definición del posicionamiento hace imposible definir una estrategia de diseño de producto
El posicionamiento es parte de la misión, es el “que” y “como”: el significado que debe asumir la oferta y el significante que utilizara. Ambos son inseparables. En la misión se integra el concepto de producto y el posicionamiento (orientación al segmento de significados y diferenciación de producto). De esta se desprende el Mix Mkt.
4º La falta de traductores de la estrategia de diseño de producto
La ausencia de Designer manifiesta la supeditación de la satisfacción del cliente a un esquema ineficaz de respuesta, basado en la búsqueda de satisfactores “tangibles” o de precio.
El diseño es la partitura para orientar estratégicamente todos los recursos de desarrollo de nuevos productos, integrando soluciones a problemas técnico/productivos del fabricante, a los estratégicos de posicionamiento y diferenciación, como también del cliente en cuanto a expectativas de identificación simbólica y ergonomía.
Muchas veces se piensa que teniendo un diseñador en la empresa, los problemas estratégicos y la calidad del diseño están asegurados, y en realidad solo se esta desaprovechando su capacidad en el sentido que la empresa piensa desde sus limitaciones, y desperdiciando una valiosísima herramienta de adaptación y creación de valor: la creatividad
5º falta de sensibilidad social para internalizar el valor (I+D)
La evolución de la Sociedad imprime el cambio en los sujetos y luego estos hacen lo mismo con la Sociedad.
Así el nivel de satisfacción de un producto es distinto en diferentes épocas, a pesar de ser genéricamente lo mismo.
Los consumidores saben lo que no quieren, pero no pueden pedir lo que no existe, por que no lo conocen.
La empresa para saber que hacer en el futuro debe proponerles a sus clientes ideas y conceptos nuevos y medir sus reacciones. Las empresas no manejan este tipo de acciones, y son fundamentales para sondear caminos posibles de nuevos desarrollo o actualizaciones de producto.
El rumbo de la I+D lo plantea la Misión. Solo es posible cuando el concepto de la misión esta bien definido (ver 2do ítem).
En cuanto a por que suceden estas cosas, en la próxima entrega.
No pido que opinen, pero si que lo lean.
® Guillermo Folgado.
Autorizada su difusión con fines académicos, citando la fuente.
PD= intente escribir esto en el http://foroalfa.org , pero no tengo la paciencia para adecuarme a los requisitos. http://foroalfa.org/es/proponer_un_articulo.
PD2= Saludos a Osvaldo Gagliardo.
En el mercado global, donde las necesidades básicas están cubiertas las empresas que fabrican productos “tangibles” o que usan estos bienes “tangibles” para dar servicios, la importancia del diseño industrial, radica en su capacidad por resolver los siguientes problemas en forma concurrente y/o asilada:
1º el "no manejo" de conceptos abstractos del campo de lo simbólico por quienes definen y administran los negocios.
Los negocios se fundan en la materialización de satisfactores. Una correcta interpretación del cliente en cuanto a sus expectativas debe realizarse desde su lógica de consumo (la del deseo) que opera en el campo de lo simbólico, y maneja conceptos abstractos, que los empresarios no están preparados para manejar.
Entonces no será suficiente interpretar los deseos del cliente, desde una visión cortoplacista o basada en necesidades concretas y tangibles (tecno, económicas), ya que no se corresponde con la lógica del consumo.
2º La mala definición de los supuestos genéticos de la empresa (Misión)
Los negocios se fundan en una idea de satisfactor, que no es un objeto tangible en si, sino una conceptualización de la necesidad que se satisface (business idea). Esto es lo que le permite asimilar los cambios de percepción del cliente dentro de las limitaciones del perfil de capacidad de la empresa y evolucionar en su mercado, jugando su propio juego.
La manera de definir la misión como el posicionamiento de la empresa limitará las perspectivas de desarrollo de sus productos y el logro ventajas competitivas sostenibles.
Teniendo en cuenta que a partir del lenguaje, como estructura de organización de ideas limitada y limitante, construimos nuestros patrones de pensamiento a partir de la cual entendemos la realidad, podemos esperar una limitada perspectiva de hechos que requieren perspicacia o menos rigidez para definirlos, como el caso de los consumos como hechos simbólicos
A veces no se define conceptualmente la necesidad que se satisface y el problema reside en planificar el crecimiento o los cambios cuando no hay definición conceptualmente operativa y clara del satisfactor.
En otros casos en cambio se define con un criterio muy concreto p. ej. Hacemos “balanzas mecánicas baratas” o “balanzas... para almacenes”, “cochecitos de bebe de metal” que limitan la innovación, ya que se quedan en el tiempo en que se enunciaron: la empresa es “este producto”. Se encierra en sí misma. No le interesa saber, o cree saber que esta haciendo lo correcto y que vende cantidades y calidades óptimas.
3º falta de pensamiento estratégico para definir el posicionamiento
En una situación similar a la misión se encuentra la definición del posicionamiento, que por lo general se basa en atributos y no en el tipo de vinculo que el cliente establece con el producto. Los atributos son en realidad consecuencia del vinculo, y un mismo atributo puede corresponderse con distintos vínculos sujeto/objeto.
Por eso, el uso de atributos para posicionar hace inexplicable algunos consumos. Una mala definición del posicionamiento hace imposible definir una estrategia de diseño de producto
El posicionamiento es parte de la misión, es el “que” y “como”: el significado que debe asumir la oferta y el significante que utilizara. Ambos son inseparables. En la misión se integra el concepto de producto y el posicionamiento (orientación al segmento de significados y diferenciación de producto). De esta se desprende el Mix Mkt.
4º La falta de traductores de la estrategia de diseño de producto
La ausencia de Designer manifiesta la supeditación de la satisfacción del cliente a un esquema ineficaz de respuesta, basado en la búsqueda de satisfactores “tangibles” o de precio.
El diseño es la partitura para orientar estratégicamente todos los recursos de desarrollo de nuevos productos, integrando soluciones a problemas técnico/productivos del fabricante, a los estratégicos de posicionamiento y diferenciación, como también del cliente en cuanto a expectativas de identificación simbólica y ergonomía.
Muchas veces se piensa que teniendo un diseñador en la empresa, los problemas estratégicos y la calidad del diseño están asegurados, y en realidad solo se esta desaprovechando su capacidad en el sentido que la empresa piensa desde sus limitaciones, y desperdiciando una valiosísima herramienta de adaptación y creación de valor: la creatividad
5º falta de sensibilidad social para internalizar el valor (I+D)
La evolución de la Sociedad imprime el cambio en los sujetos y luego estos hacen lo mismo con la Sociedad.
Así el nivel de satisfacción de un producto es distinto en diferentes épocas, a pesar de ser genéricamente lo mismo.
Los consumidores saben lo que no quieren, pero no pueden pedir lo que no existe, por que no lo conocen.
La empresa para saber que hacer en el futuro debe proponerles a sus clientes ideas y conceptos nuevos y medir sus reacciones. Las empresas no manejan este tipo de acciones, y son fundamentales para sondear caminos posibles de nuevos desarrollo o actualizaciones de producto.
El rumbo de la I+D lo plantea la Misión. Solo es posible cuando el concepto de la misión esta bien definido (ver 2do ítem).
En cuanto a por que suceden estas cosas, en la próxima entrega.
No pido que opinen, pero si que lo lean.
® Guillermo Folgado.
Autorizada su difusión con fines académicos, citando la fuente.
PD= intente escribir esto en el http://foroalfa.org , pero no tengo la paciencia para adecuarme a los requisitos. http://foroalfa.org/es/proponer_un_articulo.
PD2= Saludos a Osvaldo Gagliardo.
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